jueves, 21 de febrero de 2013

¿SE VE VENIR UNA CRISIS EMPRESARIAL?



Es la eterna cuestión, ¿puede preveerse una crisis con antelación suficiente?, ¿que signos me avisan de que mi empresa no va por el camino correcto?, ¿existen evidencias que pueden indicar la necesidad de toma de decisiones urgentes en la empresa para su viabilidad?. Estas preguntas son las que nos hacen diariamente los empresarios, que se encuentran ante una situación general completamente anómala y no saben, porque nunca se vieron antes así ,como reacccionar. He aquí algunos signos de los mas evidentes que nuestra experiencia indica que hay que empezar a fijarse en como va nuestro negocio:



1.- Crisis de modelo de negocio


Se suele plasmar en un descenso, a veces paulatino, a veces radical, de los clientes, y, sobre todo, en la captación de otros nuevos. Por las circunstancias citadas o analogas, el negocio "se para" o se estanca no evolucionando en facturación. Ante esto el que en su día fue un emprendedor agresivo suele perder el tiempo esperando que lo que en su momento fue un éxito vuelva a revitalizarse y a retomar el ritmo perdido. No será así porque la realidad alrededor de él y de su negocio ha cambiado para siempre. La situación admite muchas variantes, a veces nos encontramos empresas con un nivel muy razonable de ventas, pero prácticamente sin margen, o las que lo tienen y las ventas se mantienen, situación aparentemente ideal, pero que no crecen en demanda. Cualquiera de estas circunstancias puede indicar el agotamiento del modelo de negocio.

2.- Crisis operativa

Equivale a exceso de plantilla que, ademas, esta en mínimos de productividad. En pocas palabras, tengo que prescindir de media plantilla, o de más, y de golpe, para ajustar el gasto y el ingreso, pero...¿como hacerlo si, según el punto anterior, mis ingresos bajan cada vez más y es imposible, ademas, financiar la abultada cantidad que eso supone en despidos?. Esta situación suele ser consecuencia de la mayor imprevisión, y de ese estado de espera al que nos referíamos. No queremos, ni podemos incitar a nadie a la ilegalidad, pero una situación desesperada, si la empresa es aún viable, exige acciones firmes y resolutivas, a costa de lo que sea. Si con suerte, habilidad y el asesoramiento correcto consigues salvar esta situación, todavía te queda por resolver el punto anterior. Ten en cuenta que lo que te ha dejado tocado no es la existencia de un gasto, normal en toda empresa, sino tu incapacidad para hacer frente a él, y es eso lo que tienes que solucionar. También es muy frecuente, (casi lo normal), que mientras te decides a actuar recurras a tus reservas, generadas durante duros años de trabajo, para compensar la situación actual de pérdidas, sin darte cuenta de que estas dilapidando inútilmente recursos valiosisimos en algo que ya no sirve.

3.- Crisis de resultados

Con menos ventas el resultado es negativo, porque tus gastos son una partida fija que nadie ha reformado. Y es en este punto cuando verdaderamente hemos perdido la empresa de forma irremisible, salvo que alguien ponga coto a esa situación.No hay más consideraciones posibles.

4.- Crisis de tesorería

No hay dinero. De repente la administrativa nos para un día (normalmente un lunes) por la mañana temprano y nos dice algo así como: "...solo tengo dinero en cuenta para pagar parte de las nóminas, a alguno de los proveedores y en cuanto a los seguros sociales del mes solo si los fraccionamos mucho, mucho, y no todo a la vez, una cosa u otra para todo no hay... ah! y en caja solo tenemos 25 euros, para el café de hoy (sin tostadas)". Uno le da las gracias mentalmente a la individua y algo más, y se encuentra de cara con el problema: Total y absoluta falta de liquidez, lo que comienza a ocasionar retrasos en el pago de nóminas a los empleados, retrasos con los proveedores y aplazamientos con la administración pública. Eso suele generar una carga de intereses, recargos y demoras adicionales insoportables para la tesorería y la financiación de la empresa, si es que queda. Además, lo normal es que los proveedores exijan el pago al contado o incluso por adelantado para servir género o suministros, lo que hace la situación aún mas insostenible, si cabe. La mayoría de empresarios, identifican la gravedad de la crisis cuando se encuentran en la fase tres o la cuatro. Y esas son las más difíciles de superar. Son las situaciones inmediatamente previas al concurso de acreedores, había más momentos para reaccionar, pero nadie supo verlos a tiempo. 

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