jueves, 18 de abril de 2013

EL CORRALITO FINANCIERO

Desde los desafortunados incidentes chipriotas se han multiplicado las consultas a este despacho acerca del la posibilidad de un corralito financiero en España, sus efectos, y como evitarlo o minimizar su efectos, en el caso de que se produzca.

Antes que nada, ¿que es un "corralito financiero"?. Bajo esta denominación se hace referencia por el común de los mortales, entre los que me incluyo, a una serie de situaciones que pueden suceder en ese mundo (lease bancos y cajas de ahorro) que tienen todas un final común: no puedes acceder a tus ahorros y saldos, esos que tanto te ha costado reunir, pero de los que ahora, no sabes porque motivo, no puedes disponer.

La expresión "corralito" la acuñaron los argentinos en el año 2001. La verdad es que lo que pasó fue allí bastante "hard", pero, como suele suceder con este tipo de situaciones, ha quedado diluido en el tiempo. Lo primero que se encontraron los habitantes de Argentina es que se estableció la paridad sol-dólar 1:1, debido a la incapacidad de las entidades bancarias para atender las necesidades de liquidez de está última moneda, dado que allí había doble circulación, como pasa en UK actualmente. Para que me entiendan y en roman paladino, uno iba al banco a por sus dolares y de repente y sin avisar se los habían cambiado por soles. Imagínense lo mismo aquí y ahora:  tengo 1.000 euros y mañana me lo cambian por 1.000 pesetas. ¿La causa de ese estrago?, una señora de allí me contó que las malas lenguas afirmaban que en esa época camiones salían cargados de dólares del país y que cuando los bancos empezaron a experimentar problemas para lo dicho, o sea, devolverte tus 20 dólares que previamente habías depositado, no tuvieron mas remedio que hacer ese canje. Podían imprimir todos los soles que quisieran, pero dólares no. Así que la solución que mejor les pareció a los gobernantes argentinos fue cambiar dólares por soles (la moneda nacional) para aumentar el número de unidades monetarias en circulación y así poder devolver a los usuarios sus monedas (absurdo pero cierto). Esto tuvo el pequeño "defectillo" de producir la licuación de los créditos y deudas al perder su valor en dolares con la consecuente ruina colectiva. Esta situación se prolongó en el tiempo causando un grave sufrimiento a toda la sociedad argentina, que perdura hasta el día de hoy.

En Chipre el proceso ha sido más ordenado y solo se ha producido un cierre de las oficinas bancarias apenas una semana, siendo respaldados los bancos chipriotas finalmente por la UE, que ha enviado unos cuantos camiones de dinero para cubrir las necesidades de efectivo de las entidades, lo que ha mitigado el pánico de la población y la desconfianza general hacia el sistema financiero y hacia las entidades bancarias en particular.

Pero, ¿porqué pasan estas cosas?, las causas son diversas y complejas, y exceden a un comentario como este. Puede ser desde la actuación de un conjunto de satrapas que saquean la economía, malas decisiones de inversión, tanto del estado como de entidades privadas, una legislación demasiado permisiva en la operatoria bancaria o todo ello junto y revuelto. Según nos cuentan los que más dicen saber de estas cuestiones es todo una cadena. Los estados han comprado deuda de otros estados, que ahora están en crisis, pero no se lo pierdan, los bancos también han entrado en ese juego, con la consecuente incapacidad para reponer el líquido en manos de sus clientes cuando el estado en cuestión ha fallado en el pago de los intereses o del nominal. Parece que este ha sido el caso de Chipre cuyos bancos tenían y tienen comprada, con dinero de sus clientes, deuda pública griega a paletadas, deuda que, hoy por hoy, resulta de dudosa condición.

¿Pasara esto en España?, lo cierto es que de momento hemos tenido que pedir ayuda para que los bancos pudieran seguir adelante. Los defensores de lo público sacaran pecho, muy ufanamente, diciendo que el Mede y cosas parecidas han evitado situaciones similares en la banca de España, que no somos ni Chipre ni Grecia, y que, por tanto, no hay nada que temer. En contra tenemos los comentarios de corte catastrofista que aluden a los enormes capitales debidos a los bancos en deuda pública por el propio estado, el dineral que a su vez deben bancos y cajas al BCE con el que se están financiando para funcionar y comprar en todo o en parte esa deuda pública, que entidades que pasaron los test de stress hoy se rumorea que son muertos vivientes (eso que llaman entidades zombie) y que no hay que olvidar la sintomática desaparición del crédito de unos bancos cuyo principal objeto de negocio es precisamente ese. 


Yo añado mi visión particular, y es que si repasamos la historia, hay que tener en cuenta las veleidades humanas de todo signo, el lamentable funcionamiento de nuestro sistema político, del que depende el financiero, que es una constante de la que su presente es la mejor muestra, y en general, que la historia nos enseña que lo imposible y lo improbable no existe en las relaciones humanas. Así que no sabemos cuanto es posible que ocurra un "corralito" en España, pero que dada la situación actual y lo que pueda venir, es factible.

Y finalmente la tercera pregunta y sí llega, ¿como estar mejor preparados?. Pues la respuesta es que no hay manera segura para esto. Algunos economistas como Roberto Centeno, Niño Becerra o Marc Vidal han aconsejado, en diversos artículos e intervenciones públicas, que lo mejor es tener dinero líquido a disposición en el propio domicilio y adoptar sistemas de inversión y ahorro no tradicionales, alejados de los depósitos clásicos. Algunas soluciones de corte cándido y aldeano como tener todo el dinero en saldo a la vista o dividir los depósitos por debajo de 100.000 euros por estar supuestamente garantizados no sirven para nada. Ya lo hemos visto en Chipre. Los saldos a la vista bloqueados, y todavía se está decidiendo cuanto le van a recortar a los depositantes para "colaborar" en tapar los agujeros de las entidades. Niño Becerra ha dicho que es imposible que el fondo de garantía de depósitos español tenga fondos suficientes para cubrir la perdida de depósitos en varias entidades. Que no es mas que una garantía "psicológica". La razón es obvia, la aportación de las entidades al FGD es un porcentaje sobre una "base matemática", no el nominal de lo que Vd. haya puesto en el banco. Saquen sus propias conclusiones.

Se hace realidad aquello que me dijo un bancario hace muchísimos años: "Niño, que el dinero que hay en el banco, es del banco, y nada mas". La almohada del dinero abundante y barato, que se ha desinflado y la mentalidad rústica y simplona que nos hemos procurado y que nos empeñamos en mantener no responde a la necesidad de las nuevas situaciones, donde la globalización de la economía se revela como un riesgo cierto. Ahora, quieras o no, los especuladores, que estaban separados de tí por la dehesa y el terruño, están a tus puertas par

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